El consumo del "paco", una droga fuertemente adictiva y altamente tóxica, crece día a día en la Argentina, donde cada vez son chicos de menor edad los que lo utilizan, según un informe de la Federación de Organizaciones No Gubernamentales para la Prevención y el Tratamiento del Abuso de Drogas (FONGA).
Las estadísticas de los centros de rehabilitación de drogas son realmente escalofriantes y dejan a la luz de toda la sociedad el verdadero problema que representa esta adicción, cuyo consumo aumentó un 500% en apenas tres años en la Argentina.
En la presentación de la XI Conferencia Latinoamericana de Comunidades Terapéuticas que se llevar a cabo desde mañana en un hotel céntrico de Capital Federal, la principal problemática a tratar es este flagelo que afecta desde hace tiempo a la comunidad.
Actualmente llegan para tratarse a los centros de rehabilitación de drogas chicos de hasta 10 años afectados por el consumo de paco.
A pesar de que este tipo de drogas se relaciona con los jóvenes pertenecientes a las clases bajas, el "paco" comenzó a diseminarse por la clase media y cada vez llegan más frecuentemente a los centros de rehabilitación de drogas, pacientes más chicos, pertenecientes a una familia con un nivel socio económico y cultural medio.
En los últimos informes, se estima que ha ascendido en un 200% el consumo del "paco" y que quienes se inician rondan aproximadamente los 12años.
Asimismo, el precio de esta droga creció considerablemente, ya que de costar un peso hace algún tiempo atrás pasó a cinco, lo que empeora todo si se tiene en cuenta la cantidad que utilizan los adictos.
El "paco" representa una instancia intermedia entre la "pasta básica" y el clorhidrato de cocaína, y contiene principalmente sustancias tóxicas como el kerosene y otros sulfuros.
Los jóvenes "fuman" este elemento en "pipas caseras" realizadas con biromes y antenas huecas. Según los relevamientos, de los centros de rehabilitación de drogas, 80% de los tratados por adicción a las drogas tuvieron algún tipo de contacto con el "paco".
Lo que más preocupa a estos centros cuando están a la vista de un caso de consumo de esta droga es el grado de deterioro físico general con que llegan los adictos.